Trama RE {EQUIPO A Y B}

#RE




Normas:
Mike acaba de caer y los caminantes se han percatado de que hay vida en el otro edificio, por ello varias personas se encargan de taponar las entradas del edificio B, en el Edificio A no se sabe que ha pasado, solo que Mike ha caído y los caminantes se dirigen al edificio B, es Woody quien avisa a Alec de que los caminantes van hacia ellos, pero el Equipo A se queda 20 minutos sin recibir mensajes del Edificio B, es aquí cuando empieza el rol, han tapado las entradas y Alec se dirige ha hablar con Woody, el Equipo A iba a pasar por la cuerda al edificio B y así salir de allí, ahora es una situación complicada.

Seguid la historia, dudas, quejas... a la Administración.

No era creyente, de verdad que no lo era, pero justo en aquel momento me encontraba con las manos cruzadas cerradas, contra mi boca y mirando fijamente al chico que cruzaba la cuerda hacia nuestro edificio... ¿Como había acabado yo allí?, era una buena pregunta a la vez que una larga historia.
-Vamos, vamos, vamos, venga, por favor... Puedes hacerlo, vaamos...-Decía cada vez de forma más audible aún que hablaba en voz baja, me encontraba angustiada, necesitábamos que él chico pudiera llegar hasta nosotros, si lo hacía, estaríamos salvados, cuando algo comenzó a fallar, corrí veloz hacia el borde del edificio a la vez que me lanzaba hasta este para agarrar la cuerda a la vez que un grito de pánico, una exclamación de negación salía de mi boca, la cuerda se acababa de romper y el chico caía, pude distinguir en el otro edificio como ellos se lanzaban también para ayudar a tirar de él, sujetaba la cuerda con ambas manos, estaba más cerca de nosotros que ellos, su cara de desesperación se clavó en mi mente justo cuando yo tiraba de la cuerda con todas mis fuerza, gritaba a los demás para que me ayudasen pero era tarde el joven caía, la cuerda entonces dejó de ser una carga, la cara del muchacho se clavó en mi mente, caí al suelo de espaldas quedando sentada, con las manos doloridas y ligeramente ensangrentadas a causa de tirar de la cuerda, alguien le gritó a Woody de que los caminantes, algunos se dirigían hacia el otro edificio, se habían percatado de la otra posible salida, pero en mi mente no estaba que la única salida, forma de vivir se acabase de esfumar, no, estaba la mirada de aquel chico que había arriesgado su vida por nosotros, su mirada presa del pánico, seguía quieta sin moverme un centímetro, ni si quiera me percaté de que las lágrimas comenzaron a llenar mis ojos y resbalar por mis mejillas, lo había perdido, por mi culpa...

Llevaba ya al menos dos horas sentado sobre aquella maldita silla, con una cerveza en una mano, la última tal vez... A no ser que los cabrones de abajo me hubieran ocultado las otras, o solo que yo mismo me las tomara de noche sin enterarme de nada, con los pies sobre la mesa, me acerqué a la radio para enviar otro puñetero mensaje, ya estaba cansado y sabía que no lo iba a escuchar nadie.
-Oye Hijos de puta, me pica el culo cosa mala, hace días que nos hemos quedado aquí sin papel y cierto personaje a taponado el WC con su mierda, estoy hasta los putos cojones, llevo más de un mes sin un puñetero Twinkie, y eso no me hace ni puta gracia, estamos un buen grupo atrapados en la prisión estatal de LA, con la playa que hay hacia el sur nosotros aquí encerrados, los malditos chachos nos rodean por todas partes... ¿Una ayuda?... Aún que solo te vayas a preocupar de ti hijo de puta y veas que no tienes escapatoria si nos das un poco de tiempo... ¡ESO CABRÓN SE QUE EME OYES, NSIII, PASA DE LARGO, DEJANOS MORIR, ANDA Y QUE TE DEN!-Decía con mi voz ronca, a la vez que la última frase más bien la gritaba.

Ni de coña me esperaba que de golpe ese mensaje al que le añadía disparates por el aburrimiento fuera a ser contestado, pero la esperanza nos llegó a todos hasta que el chico del rescate venía a por nosotros y cayó al fondo de los caminantes, el golpe lo mataría al menos y así no s epodría convertir, y no serviría de alimento por estar ya muerto, pero era toda una pena, había intentado ayudar a Audrey pero llegué tarde, sentí incluso la pena de ella, se dejó caer al suelo y no dijo nada, ella tenía esperanzas de salir con vida, me agaché a su lado sins aber muy bien que hacer o decirle, y le coloqué una mano sobre el hombro.
-Lo siento...-Entonces el ruido nos alteró a todos caminé hacia el borde d ela azootea para ver que los caminantes se habían dado cuenta de que había gente en el otro edicio y comenzaron a rodearlo también.
-¡Hijos de Puta!-Grité mientras corría hacia la radio para avisar a los otros.-¡EH!... Creo que vosotros tenéis ahora un par de problemas también, cambio y corto-Estuve varios minutos sin escuchar nada, por lo que seguí insistiendo.-Eh tu capullo, el del otro lado... ¿Que pasa, os están rodeando, estais?-Estuve otro rato sin escuchar nada, a lo mejor habían decidido huir antes de que acabasen rodeandolos, eso me cabreó, al ver que había más supervivientes creí que podríamos cooperar para salir todos de allí.
-¡OYE TÍO! ¿Seguís ahí?-No dejé cada cinco minutos de llamarlos...

Los ruidos era algo que los atraía, se movía cegados en busca de comida, su hambre no cesaba nunca y sus ganas menos, sus fuerzas seguían ahí, sin verse destruídas, o cansados, hacía semanas que se habían concentrado al rededor de la prisión Estatal de Los Angeles, un grupo pequeño de unos 20 o cincuenta iba en dirección hacia un grupo de supervivientes que se habían quedado encerrados allí para evitarlos, y con aquel ruido poco a poco los caminantes de la zona fueron concentrandose hasta llegar a miles, decenas de miles... Demasiados para poder salir como si nada, seres macabros que aparentaba ser torpes se concentraban deseosos de carnes fresca, personas al fin y al cabo fueron en otra vida pero ahora apenas parecían cadáveres, muertos vivientes que se movían con el único objetivo de saciar su hambre.

ligeramente en estado de putrefacción, llenos de heridas sangrantes de un color negro, sangre coagulada, heridas imposibles y ropas sucias y roídas que podían mostrar sus vergüenzas. Los que estaban más pegados a las murallas de la prisión alzaban las manos torpemente como si pudieran alcannzar al cielo todo por conseguir alimento, pero solo conseguían rozar las murallas y mancharlas aún más de sus fluídos asquerosos. Los que estaban lejos solo deseaban acercarse más a las murallas, hasta que el golpe hizo que todos se dirigieran hacia el y comenzaran a fijarse en el movimiento del edificio de arriba el de en frente, comenzaron a desplazarse con lentitud, torpes hacia la entrada del otro rodeandola por completo.

Caminé junto a Claire para atar bien la cuerda, ambas estuvimos tirándo ella para ver si aguantaría y parecía que si, nos fijamos en el otro edificio, hacían lo mismo que nosotros, y todo estaba sumido en la "nueva banda sonora", los gemidos y alaridos de abajo podían escucharse ligeramente arriba y eso que el edificio en el que estábamos era bien alto, a excepción Claire me encontraba con desconocidos, el chico que iba a ir al otro edificio era Mike, nada más sabía de él, íbamos actuando rápido y ligero, pues sabíamos que no teníamos apenas tiempo, a penas Alec escuchó de pura casualidad el mensaje del otro edificio, otro tipo al que no conocía, pude escuchar la grabación de pasada y la verdad que solo por hacerme gracia, y porque había vidas en juego opté ayudar. Mi coche estaba bien lejos de allí y eso me alegraba, puesto que si estuviera ahí abajo... ¡Uh..!, había llegado a Los Angeles por curiosidad y me había topado con ellos de casualidad, nos habíamos juntado un buen grupo.

Me apoyé sobre la tubería en la que estaba atada la cuerda tras darle una palmada a Mike de apoyo este se subió a la cuerda y comenzó a trepar hacia el otro edificio.
-Y ahí va un heroe-Comenté de cierta forma irónica mientras me giraba hacia claire de forma aburrida, era gracioso ver que ahora tenía más amigos que antes.
Entonces un ruido hizo que me girase de golpe hacia Mike, la cuerda se acababa de romper.
-No, no, no, no...-dije sorprendida con los ojos abiertos de par en par, lo repetía mientras me tiraba literalmente para coger la cuerda y que así Mike no cayera, para hacer peso me tiré al suelo sujetándola-¡CLAIRE!-La llamé a la vez que veía que se abalanzaba también sobre mi para sujetar de la cuerda, podía notar el peso del joven hasta que de golpe este dejó de existir y al estar tirando de nada Claire y yo caímos hacia atrás. Aquel momento fue el pero, apenas sentí el dolor de mis manos comparado con lo que acababa de suceder.
Apenas hice nada más caer me lancé de un salto hacia arriba tirándome sobre el borde del edificio, para ver como el chico caía soltándose de la otra cuerda y se precipitaba al vacío. me llevé ambas manos a la boca a la vez que me giraba para no ver más.


Todo sucedió entonces muy rápido, los caminantes comenzaron a rodear nuestro edificio, yo que apenas sabía que hacer con todo ello decidí bajar corriendo para ayudar a los demás estaban taponando las entradas, cerrando las puertas.

¿Cómo había acabado aquí? ¿En qué momento había decidido que la mejor manera de sobrevivir era intentar rescatar a unos cuantos desgraciados que habían tenido la mala suerte de quedarse allí encerrados? No lo sabía, sólo buscaba comida y más de esas vitaminas prenatales y de pronto todo estalló. Un grupo lo encontró mientras vagaba por la ciudad y decidió seguirlos, quizás pensando que así era más probable que volviese vivo al campamento. Ahora mismo dudaba que pudiera ser así. Casi no le había dado tiempo ha reaccionar cuando ya estaba en aquella azotea, haciendo lo imposible por comunicarse con los refugiados de aquella prisión.

- Este jodido trasto no va. - le dio un fuerte golpe, frustrado al no escuchar más que rugidos extraños y distorsiones. Miró a su alrededor, nadie iba a ayudarle, todos estaban intentando encontrar una buena manera de abordar el otro edificio. - Sé que intentan comunicarse por aquí, pero lo siento es una pérdida de tiempo. - dijo mirando al resto del grupo. Justo cuando iba a darlo todo por perdido escuchó un "Hijos de puta" que le retumbó en los oídos. Un "capullo" también resonó en el aire. - ¡Te recibo! Pero la señal es muy débil. - no le dió tiempo a acabar la frase cuando el hombre que hablaba por el otro lado dijo que los caminantes estaban rodeando también este edificio. ¿O no lo había dicho? Esta jodida radio no funcionaba. - ¡Joder! Vamos a intentar llegar hasta vosotros, ¿me recibes? Cambio. - era la mejor opción, a fin de cuentas serían mucho más fuertes con los pocos que pudieran encontrar. - ¿Me oyes? ... A la mierda. - dijo para después volver a aporrear el aparato.

No era momento para lamentarse, si no podían hablar con ellos, tendrían que pasar directamente a la acción. - no puedo hacer nada más, definitivamente ese cacharro no nos sirve. ¿Alguna idea? -Pero era tarde, justo cuando se había levantado para ayudar vio cómo aquel chico intentaba bajar por una cuerda pero antes de que nadie pudiera reaccionar, se rompió. Mierda. Esto se estaba complicando demasiado. Mike se llamaba, apenas había podido compartir más de dos frases con él, pero aún así cerró los ojos por la angustia de verlo caer, de ver como se perdía para siempre. Otro más para la lista de personas a las que había matado indirectamente. - ...Vanessa, Claire, no hay tiempo para él. Tenemos que preocuparnos ahora de los vivos, y esos están en el otro edificio. - No podrían salvarlo, lo mejor que podían hacer es dejarlo o en todo caso comprobar que estaba muerto de verdad por si los caminantes lo encontraban y hacían de él algo peor.

Después de querer buscar comida para seguir sobreviviendo a la locura todo comenzó a ponerse realmente un caos, gente queriendo pasar de un edificio a otro y por desgracia falleció uno en el intento ,aun así teníamos que rescatarlos pero demasiados zombies estaban evitando eso , la caída del chico trajo aun más problemas al darles la nota de que había vida en el edificio por lo tanto teníamos que bloquear toda entrada a como diera lugar , una chica comenzó a gritar para que tapáramos todo y sin duda me levante a ayudar con rapidez.

Todos bajamos para empezar el trabajo pero ya era algo tarde, aun teníamos esperanza bloqueando lo que quedaba en especial tirar cosas por las escaleras para no dejar que subieran y lo logre al tapar todo como se pudiera, tablas, tubos, mesas... cualquier cosa era buena por ahora para no darles paso a los zombies , el caso era salvarnos , el silencio permanecía en mi ,tal vez por la desesperación y los nervios pero tenía que mantenerme tranquila y concentrada.

Hacía ya cerca de un mes, dos meses... Ya no sabía nada, ni siquiera cuanto había pasado desde que quedé allí encerrada, los dos guardias de Umbrella que me acompañaron en busca de Tyler murieron y ni siquiera sabía si Tyler seguía vivo, era mi tío, una bella persona que ocupó el puesto de mi madre en la granja de mis abuelos cuando ellos murieron, siempre se había preocupado de mi y por ello ahora lo hacía yo, pero ya después de todo nada me aseguraba que siguiera vivo, cuando acabamos allí en Los Angeles sin poder avanzar hacia Kansas, y los dos soldados murieron, me refugié con un pequeño grupo de supervivientes en la Prisión Estatal de LA.

Aquel lugar me deprimía aún más de lo normal, eso sin contar con que ya había visto morir a muchas personas entre ellas, aquellos dos soldados que dieron su vida por mi y otros supervivientes que no habían aguantado las condiciones del lugar, no hablaba nunca nadie, muchos contaban sus historias por las noches para poder pasar el rato, cuando me preguntaba a mi negaba, muchos me dieron por ser muda, o una estúpida... Pero a estas alturas ya todos los supervivientes sabían que Umbrella había sido responsable de aquella destrucción, no sabía que sería de mi allí sin decía que era una científica de Umbrella, y que aún trabajaba para ellos, pues en la actualidad todos pensaban que la corporación había sido destruida, y no lo había sido, pero prefería callar, la verdad es que tenía miedo y a estas alturas Umbrella me habría dado por muerta.
Los días habían pasado lentos, aburridos, frío, terribles... Todo aquello sin duda me superaba, quería ir a por mi tío, pero apenas había estado en los primeros altercados del conflicto y cuando salí de la base y vi el estado de las ciudades... O cuando vi la primera horda de caminantes... Había estado tan aislada que no esperaba nada así... ni siquiera sabía lo que estaba esperando encontrar.

Un grupo de supervivientes había dado con nosotros y había tratado de ayudarnos, pero de nada sirvió a excepción de quedar igual que nosotros, encerrados, rodeados y con una vida menos, cuando el chico calló abajo no pude evitar irme lo más lejos posible, me encontraba ahora en la entrada del edificio, justo delante de la verja principal, la puerta enorme de rejas rojas ya con la pintura desgastada, viendo como centenares de caminantes y más centenares se agolpaban en la puerta para tratar entrar desesperados moviendo las manos entre las rejas, mirándome fijamente, me encontraba sentada en las escaleras que daban a la prisión con la mirada fija en esos seres, no paraba de preguntarme como, como podía hacer algo para arreglar aquello, aún que yo no había tenido nada que ver en la creación del virus T, de golpe no pude evitar taparme la cara al sentir aquel olor nauseabundo que provenía de los caminantes, el olor de aquellos seres, en ligero estado de descomposición, ¿o no?.
Abrí los ojos de golpe, ante mis propias ideas y no pude evitar lanzarme hacia la verja para observarlos mejor, provocando que hicieran más ruido y que su desesperación por intentar entrar fuera aún mayor, era la sangre coagulada, las heridas, la carne en mal estado... ¿pero por qué no terminaban de pudrirse, y así descomponerse?. Y aún que aquello sonase terriblemente asqueroso... Ahí estaba el primer paso.

Veinte puñeteros minutos sin saber nada, lo único que podíamos escuchar eran los gritos de esos malditos que parecían cada vez más alterados, nosotros seguíamos a "salvo", presos nuestros por no querer salir al infierno. Y ahora después de aquel maldito subidón a causa de creer que alguien se dignaba a ayudarnos, en ese tiempo en el que no recibíamos noticia alguna, todos estábamos también algo alterados por saber que pasaba con nuestros "heroes" pero ya estaba hasta los cojones, por lo que me senté de nuevo en la silla a esperar a que la tormenta pasase.

-Os tienen bien cogidos por los cojones, veníais a salvarnos y habéis acabado casi peor que nosotros, esta prisión al menos tiene buenos muros... ¿Capullos seguís teniendo cerebro alguno para contestarnos?, cambio y corto-Fue lo último en decir a través de la radio mientras observaba la lata de cerveza ya medio vacía hasta que entró Liam, uno de los tíos que estaba allí también, este me empezó ha hablar sobre un plan que había pensado, lo miré desde la silla con las piernas en alto sobre la mesa otra veza la vez que alzaba una ceja, le mentiría si decía que me había enterado de algo... ¿Que quería ir a donde para luego volver a allí y que donde, que qué, que aquí...?
Lo miré fijamente durante unos segundos y como si fuera ha hacer algo importante cogí la lata de en cima de la mesa y se la mostré.
-¿Tu dirías que está medio llena... O medio vacía?-Le dije como si fuera una duda sumamente importante.
Si se pensaba que yo allí era quien tomaba decisiones que pudieran poner en riesgo la vida de aquellas personas iba listo... Porque me acababa de dar esa impresión. Y si, parecía que el día estaba ajetreado, la pequeña hizo aparición de nuevo, y eso que no estaba muy acostumbrado a verla más de dos veces en el mismo día, y hasta una me parecía raro.
-Pues... Parece que los chachos se han encontrado un nuevo entretenimiento...-Comenté mientras le daba un trago ala cerveza y señalaba con el dedo meñique hacia el otro edificio.

El golpe que se llevó aquel pobre desgraciado al caer pudo con él, o con su cerebro, pero aún estaba vivo, puesto que el resto de organos parecían funcionar, la masa de caminantes de alguna manera había frenado en cierta manera su caída, aquellos que tuvieron la suerte de que la "comida" les cayera del cielo se alimentaron, pero por mucho que llenaran su estomago seguían igual de hambrientos, el inmenso grupo de esos seres sin vida comenzaron a dirigirse hacia el otro edificio rodeándolos ambos, intentando entrar en el segundo, golpeaban las puertas que ya habían sido tapadas, pero sin éxito alguno, aún que ellos que sabían, seguirían golpeando hasta que consiguieran algo, pues sabían que había comida, el olor, el ruido... Había tantas cosas, casi toda la ciudad de Los Angeles se encontraba allí, en el centro de la ciudad, caras terribles con heridas imposibles, cuencas vacías, cortes llenos de sangre coagulada, huesos rotos, articulaciones de las que carecían, cada uno peor que el anterior, pero aún así seguían con "esa vida" que los hacía solo querer saciar una única cosa, su hambre inagotable, podían sentir que había carne fresca y solo querían alimentarse de esta, golpeando de forma desesperada las paredes y puertas de ambos edificios, solo querían entrar. Los alaridos de desesperación, los gemidos que parecían dolorosos a la vez que terribles inundaban el ambiente, comer era lo único que querían y el alimento estaba justo ante sus narices en aquellos dos edificios y daba igual, esos seres macabros no paraban, se cansaban, no dormían, harían cualquier cosa para conseguir su objetivo.

Corría junto a Claire porque el tiempo iba en contra nuestra, de todos, cogiendo muebles, cualquier cosa para taponar las esntradas ayudando unos con otros, la situación era bastante jodida, para cuando más o menos termianamos estaba realmente agotada, apenas sentía mis manos, o mis piernas, pero el instinto de supervivencia podía conmigo, me dieron ganas de tirarme al suelo, pero aún podía escuchar los alaridos y gritos de esos seres por lo que decidí subir hacia arriba siguiendo a Claire, yo andaba muy sumida en mis pensamientos, muy absorta apenas decía nada y para colmo me encontraba en una situación que no me gustaba nada... Estaba rodeada de caminantes o zombies según viera y con gente que apenas conocía, yo podía infectarlos a ellos, por eso no me gustaba estar con mucha gente, el tío de la radio tenía razón, habíamos acabado muy mal, pero todavía no había acabado nada, por lo menos yo seguiría hasta el último momento.

Al ver a Claire coger la radio y echarle al tipo de dios, no pude evitar reirme y acercarme a ella para ponerle una mano sobre el hombro.
-Shh... Tranquila, no creo que se esté riendo de Mike, ni mucho menos...-Acabé aquella frase de forma seria, pues el chico había muerto, pobre, él que había dado su vida por todos.
Aún que el tío de la radio que parecía un bestia, en realidad no me parecía mal tipo, aún que para juzgarlo había que conocerlo mejor. Observé entonces a todos los que estábamos allí.
-No soy quien para ponerme del lado de nadie, pero Don Gritos tiene razón, estamos muy mal y no se si os estáis dando cuenta, porque ya tenemos a los zombies hasta en la sopa, y estaremos acostumbrados a cinco, veinte, o incluso cincuenta, pero ahí abajo hay casi una ciudad entera de zombies...-Dije señalando con un dedo hacia afuera-Ya podemos empezara tener alguna idea para salvar el culo, y también tenemos que contar con los que están en el otro lado... ¿estáis seguros de querer arriesgar aún más la vida?-Suspiré y acabé deciéndo eso que me hizo sentir tal vez la peor persona del mundo.-Llamadme egoísta, pero seguramente que para cada uno nuestra vida es tiene mucho valor... Tampoco los quiero dejar ahí, solo votad, tenemos que estar en esto juntos, doy la otra posibilidad... Porque creo que ninguno sabe volar...-Si no añadía un chiste no era yo.

Aquellos alaridos podían escucharse en metros, los caminantesparecían cada vez más desesperados, la situación era cada vez más complicada, aquellos seres iban de un lado a otro sintiendo como habían encontrado comida, más aún y como debían apoderarse de esta, golpeaban los muros, puertas y aquellas barreras improvisadas, aún que fueran difíciles de romper, ellos seguían, sin aflojar en fuerzas, no se cansaban...

Todavía había decenas y decenas en los muros de la prisión, la enorme puerta de hierro de verjas dejaba ver a la humana viva justo allí, en frente de ellos a pocos metros, llevaban empujando aquella puerta durante días y días, cuando de repente, aún cada vez más desesperados al ver a aquella humana viva, al olor la carne fresca al verla justo allí... Sus ansias seguían siendo las mismas pero tras tantos esfuerzos algo lograron, la enorme puerta pareció ceder, arena y algunos pequeñas piedras cedieron de los agujeros en los que estaba sujeta aquella enorme puerta a la pared, ellos ni siquiera se dieron cuenta de que estaban teniendo efecto sus fuerzas, solo se centraban en la viva, deseaban entrar y comer, seguían golpeando con fuerza aquella puerta que no aguantaría mucho más.

Los miraba fijamente, necesitaba una maldita respuesta y ya, me empezaba a sentir cada vez más frustrada a la vez que nerviosa, no sabía que tenía claustrofobia, pero casi que había algo que me la estaba produciendo en aquel momento, no es que quisiera salir de allí, es que necesitaba salir de allí...

Respiré hondo, a la vez que me giraba dándoles la espalda a Woody y los demás, si tenían algo que decir, si antes quería saber que diablos estaba pasando, ahora ya no lo deseaba, porque solo conseguiría ponerme aún peor, pero de golpe mi gozo y esa feliz ignorancia se vieron en un pozo, cuando Arriane, una chica que al igual que yo no hablaba mucho, entró de golpe en la azotea, revelando lo que ocurría a bajo, la puerta comenzaba a ceder. Cuando escuché aquellas palabras me vi de golpe muy cansada, había tenido tanto tiempo, más del que debía esperanza, había obviado lo que finalmente iba a pasar, había sido tan optimista en aquel pesimísmo, que cuando la verdad me cayó en la cara como si se tratara de agua fría, no pude más.

respiré hondo, con fuerza, como si me faltara el aire y fui directa hacia el borde de la azotea, me arrodillé en el suelo a la vez que cerraba los ojos con fuerza y apoyaba la cara en la fría pierda.
Iba a morir.